El fútbol hoy: analítica y visualización de datos

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Tags: Copa América; Copa América Centenario; Corrupción; FIFA

El primer partido de la Copa América se jugó el 3 de julio de 1916. Las crónicas de la época nos hablan de una gran expectación por aquel encuentro. “Las tribunas de la cancha del Club Gimnasia y Esgrima estaban repletas. Se calcula la concurrencia en treinta mil personas. Las tribunas se veían profusamente engalanadas con banderas chilenas, brasileras, argentinas y uruguayas. Ocupaban el palco oficial los Ministros de Chile y Uruguay y numerosas damas y altos jefes del ejercito” informó El Mercurio de Chile. También nos deja saber que las “carísimas” entradas no fueron obstáculo para la buena entrada. Así comenzaba el “Torneo Centenario” que además de Chile y Uruguay disputaron Brasil y Argentina. El torneo que celebraba los 100 años de la independencia argentina, terminó siendo la primera versión del Campeonato Sudamericano de Naciones, desde 1975 Copa América.

Es pues un torneo veterano, el más antiguo de naciones en el mundo. Va para 100 años. Pero es desordenado como todo lo que se organiza en nuestro continente. Nunca tuvo en sus inicios una frecuencia estandarizada. En alguna ocasión, 1959, se disputó en dos ocasiones. Tal fue el desorden que no fue hasta 1975 que participaron simultáneamente los 10 equipos de la Conmebol, 59 años después de la primera edición. Debió esperarse hasta 1987 para que se decidiera disputar el torneo con una frecuencia fija: cada 2 años.

La escasez da valor. La Copa América era demasiado frecuente. Cada vez tenía menos importancia. El golpe se dio en 2001, en Colombia. Prácticamente nadie, salvo el local, envió su primer equipo. Así que el siguiente se disputó a los 3 años, en Perú, año de Eurocopa. Para 2007 se decidió disputar la Copa América cada 4 años. Así que la siguiente fue en 2011 y luego otra vez en 2015.

Según el Departamento de Justicia (DoJ)  de los EE.UU. desde 1987, la empresa Traffic pagaba a Conmebol por los derechos de televisión. En cada renegociación pagaba jugosas coimas a Nicolás Leoz, presidente de Conmebol y otros dirigentes suramericanos. Así logró mantener derechos exclusivos hasta 2011.

Pero hacia 2009 o 2010 (no aclara el año el documento del DoJ de los EE.UU.), 6 presidentes de las tradicionalmente menos poderosas asociaciones de la Conmebol formaron un bloque para obtener control sobre las decisiones comerciales del ente rector del fútbol suramericano.

Así que en 2010 Conmebol vendió a Full Play, no a Traffic, los derechos de medios y de mercadeo de las Copa América de 2015, 2019 y 2023. Traffic demandó a Full Play y Conmebol porque defendía que los derechos a esos torneos ya era propiedad de ellos. Tales demandas no requirieron sentencia judicial porque Full Play y Traffic acordaron crear una tercera compañía para compartir los derechos de las Copa América de 2015, 2019 y 2023 además de un torneo especial que celebrarían en los Estados Unidos en 2016. La nueva empresa, Datisa (cuyos dueños eran a partes iguales, Traffic, Full Play y Torneos), se creo en 2013.

Datisa acordó, afirma el DoJ de los EE.UU., pagar 100 millones de dólares en sobornos a ejecutivos de Conmebol (todos también vinculados a FIFA): 20 millones a la firma, 20 millones por cada uno de los cuatro torneos. Cada paquete de 20 millones había de repartirse entre los tres máximos dirigentes de Conmebol – Presidente Conmebol, AFA y CBF- (3 millones a cada uno) y $1.5 millones a otros 7 presidentes de federaciones. Los otros $500.000 serían para otro alto dirigente de Conmebol.

Dado que la Copa América Centenario ha de jugarse en los Estados Unidos con la participación de equipos de Concacaf, Datisa pagó a la entidad rectora del fútbol caribeño y norte y centroamericano la suma de 35 millones de dólares. El documento del  DoJ recoge sobornos para garantizar que Concacaf aceptara disputar la Copa América Centenario.

Es decir, la Copa América Centenario no surge del amor o el interés de los dirigentes suramericanos por la historia de nuestro fútbol. El origen de la Copa Centenario es un sucio negocio para encubrir dudosos actos pasados con aún más dudosos actos presentes.

La Copa América, con buen criterio -por fin-, se disputa actualmente cada 4 años. La Copa de Europa de Naciones ha sido siempre cada 4 años. Incluso la Copa Africana de Naciones es desde 1968 cada 2 años (con ajuste en 2013 para no coincidir con el Mundial). Desde su creación, con un pequeño ajuste en 2007 para no coincidir con la Eurocopa y Juego Olímpicos, también lo ha sido la Copa de Asia de Naciones.

El desorden sudamericano afecta el interés que el mundo pueda tener por la Copa América. Aún más la afecta cuando utiliza el fútbol de todo un continente para tapar oscuras historias de sobornos, pagos y dádivas. La Copa Centenario sobra. No es una fiesta al fútbol, es una fiesta a la corrupción.

golyfutbol
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